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lunes, 8 de octubre de 2007

Doce tesis acerca de la democracia


1. Una contradicción esencial (en Held) se despliega entre los polos de participación y representación, la cual aparece como especialmente significativa en razón de la dimensión exclusión – inclusión que supone. La contradicción entre formal – real, en ocasiones expresa esta misma dimensión, aunque usualmente alude a la contradicción que opone el discurso acerca del contrato contra la praxis histórica.

2. Todo gobierno es ilegítimo (es decir inaceptable) en la medida que aparece como una administración sobre las personas, es decir, en la medida que las decisiones tomadas y ejecutadas afecten o impliquen la condición y destino de seres humanos, sobre quienes se toman esas decisiones.

3. Toda forma o modelo de democracia representativa establece supuestos básicos de gobierno, es decir, bajo que condiciones se tolera que un grupo de ejecutivos decida por el conjunto de un conglomerado político.

4. No existen supuestos básicos universales, es decir, cualquier forma de democracia se constituye y practica sobre la definición (e imposición) de una constelación de supuestos particulares muy finita, supuestos que, en términos reales favorece unas formas de convivencia y reproducción social en tanto que inhibe otras.

5. La representación de intereses, o las modalidades representativas de democracia, en términos reales suponen la exclusión de amplios grupos de personas, quienes por ignorancia y apatía toleran sistemáticamente su propia exclusión, aceptando tácitamente los supuestos básicos particulares.

6. La práctica política democrática contemporánea aparece como dinámica en la medida que existen facciones que compiten por el poder ejecutivo en el ámbito de democracias representativas.

7. La existencia de grupos de presión e intereses los cuales fortalecen e inciden en el desempeño de las facciones competitivas, ciertamente amplía el estrecho círculo de personas que se implican en los asuntos de gobierno, pero en términos reales no soluciona el problema fundamental de la exclusión, sobre todo en la medida que el supuesto básico intocable es la propiedad privada capitalista sobre los medios de producción de valor.

8. Las formas o procedimientos representativos de democracia son inevitables en la proporción que el conglomerado político de referencia sea mayor en cantidad de personas.

9. Las formas o procedimientos participativos de democracia pueden ser más efectivos (es decir, reales e inclusivos) en la medida que tengan como ámbito de referencia un conglomerado de población – territorio (o población – sector de interés y competencia) que comparta condiciones similares para conocer y decidir sobre asuntos de gobierno. En términos prácticos, en El Salvador no podemos definir simplemente el municipio como ámbito de democracia participativa pues tenemos municipios casi tan grandes como un departamento y municipios más poblados que departamentos.

10. En este último sentido práctico, el cantón, que en la actualidad en muchos municipios salvadoreños aparece desdibujado por los procesos urbanos, parece ser un ámbito más propicio de democracia participativa, el cual, en el caso de municipios urbanos habrá que redefinir y compensar con dimensiones que también incluyan las lógicas de interés sectoriales.

11. La democracia participativa es especialmente efectiva en la dimensión local, es decir, en aquella dimensión que aparece como posible de conocer para cualquier persona, pero, para ser efectivamente real supone que toda persona pueda incidir en los asuntos de gobierno fundamentales, en otras palabras, incidir en las decisiones acerca del presupuesto local.

12. Hasta el momento la democracia socialista ha estado esencialmente limitada por la centralización de las decisiones acerca de los recursos producidos y a invertir, lo cual ha derivado en procedimientos participativos más formales que reales, que apenas tienen sentido profundo únicamente para aquellas personas que esperan ser elegidos hasta las últimas instancias de representatividad.

Rafael Paz Narváez (2002)

1 comentarios:

  • A las 6 de octubre de 2011, 23:52 , Blogger Oscar Alirio Campos Ventura ha dicho...

    Estimado Dr. Paz Narváez, advierto puntos muy atinentes a las vinculaciones institucionales que una democracia participativa demanda en el país; ojalá sus visiones y las de muchos otros en el país vayan teniendo mayores posibilidades de encontrar mayor concreción. Empoderar al ciudadano en ámbitos de correlación política, tanto en la gestión como en la decisión, máxime a nivel local, me parece que es una buena clave.
    Oscar Alirio Campos.

     

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